Querida Madre Tierra eres el secreto del universo

Madre Tierra

Querida madre tierra, hoy te escribo estas humildes palabras, eres única e incondicional, tan pequeña como un grano de arena en el inmenso universo, pero dentro de ti existe un enorme corazón. Me has demostrado ser una buena madre, he vivido por el fruto que germina y brota desde tus entrañas y he respirado por tu infinita gratitud.

Eres un hermoso secreto en medio de la nada. Tan mística y majestuosa que marcas el sello de mi existencia universal. Perdidos en el espacio y la oscuridad, probablemente en el olvido o quizás creados por el Padre como la semilla que nace, crece, se reproduce y muere.

Querida madre tierra jamás he visto algo tan parecido como tu. Has permitido que sea parte de tu belleza y de la creatividad que se encuentra en cualquiera de tus rincones. Dichoso soy de contemplarte, pero, ¿Quién pinto tus lindos paisajes? ¿Quién te hizo única y especial? ¿Quién te dio la luz que te hizo brillar? ¡Qué maravilla! seguramente Él es un sabio y un gran diseñador.


Querida madre tierra estas ahí siempre. Cuando:
Tengo hambre me das de comer.
Siento frío busco tu calor.
Estoy triste, miro tus paisajes.
Necesito refugio, eres mi hogar.
Hay peligro, eres mi protección.
Deseo tus brazos es porque quiero tu amor.


Querida madre tierra, perdóname, sé que no soy digno y jamás lo seré, estoy consciente de mi actos y es una injusticia, yo bebo del manantial de tu vida, eres la energía de mi espíritu y fuente de mi sabiduría. Estás muy herida y lastimada, una y otra vez recapacito, solo quiero que sanes y puedas lo más pronto mejorar.

Perdóname madre. No sé lo que hago, la soberbia se apodera de mi, a veces creo ser superior cuando realmente estoy por debajo sobre todas las cosas. Sufres por mi pero me invade la maldita ignorancia que ciega mi pensamiento. Tienes razón de mostrar tu descontento, me he portado mal y soy un desastre, quiero enmendar tus heridas y reparar tus sentimientos.

Gracias madre tierra porque, aun así, a pesar de mi depravada conciencia, me brindas tu amor. Sé que me amas porque soy uno de tus hijos, me viste nacer y crecer, ahora me llevas por el sendero tu camino y estoy destinado a morir dentro de tu corazón. Verdaderamente eres incondicional. Espero que mis palabras no sean demasiado tarde, escúchame.  Ahora te prometo que todo será diferente, cambiaré mi manera de pensar y viviré para ti como te lo mereces. Hoy te abrazo y te pido perdón desde lo más profundo de mi ser y deseo que siempre enciendas e ilumines con tu luz mi camino y sienta el latir de tu corazón cuando mi existencia se vuelva parte de tu espíritu.

Madre Tierra

Tema de interés: Las 5 D’s para triunfar en la vida.

Luis Salamanca

Luis Salamanca

Soy Licenciado en Computación, músico cantautor. Amante del universo asi como también de la naturaleza. Me gusta mucho tocar la guitarra, la filosofía, el arte, la cultura, la ciencia y la tecnología. Esa es mi esencia.

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