Hoy hace un buen día para salir a la calle, los rayos del sol entraron sigilosamente a mi habitación. Puedo escuchar el sonido que proviene fuera de mi casa, alcé los brazos, cerré mis ojos y recé una oración.
Me levanté de mi cama. Abrí mi ventana. Pude sentir el aire que rozó mi rostro, veo como el mundo se mueve, tan rápido que nada se detiene. Los pájaros están cantando y volando, las personas conversando. Es hora de salir, voy sonriente y andando, con la mejor actitud. Ya es tiempo de seguir, ¡que hermoso día! !que inmensa gratitud!